martes, 22 de septiembre de 2020

¿Hacer Pastoral en la Universidad?...


Cuando tratamos de relacionar la pastoral con la academia, corremos el riesgo de caer en una concepción dualista similar a la que considera al ser humano en términos de una yuxtaposición de alma y cuerpo, como dos elementos separables el uno del otro. Para evitar este peligro, considero conveniente recordar que la Universidad nació de la Iglesia...

...Nacida del corazón de la Iglesia. Con este título se promulgó el 15 de agosto de 1990 la Constitución Apostólica sobre las Universidades Católicas ("Ex corde Ecclesiae") de S. S. Juan Pablo II. La Universidad como institución, en su mismo origen histórico, es una de las expresiones más significativas de la creatividad de la Iglesia en su preocupación por las distintas necesidades de los hombres. Es así como la inventiva cristiana, en el siglo XIII originó las universidades; por consiguiente, la universidad en su origen fue, entonces, una forma específica de lo que se llama la charitas concreta, es decir una forma del amor cristiano que abarca como destinatario al hombre en toda su integridad y genera los modos necesarios para servirlo adecuadamente. De ahí que no es extraño la preocupación de la Iglesia por la universidad, pues siempre la Iglesia ha estado en la universidad y la universidad forma parte de la Iglesia.

La presencia de la Iglesia en la universidad se concreta a través de la Pastoral Universitaria que no es otra cosa que la acción evangelizadora de la Iglesia en el ámbito universitario, coordinada y en comunión con el obispo diocesano, por intermedio del Secretariado Arquidiocesano de Pastoral para la Educacion. La Pastoral Universitaria es considerada una pastoral de frontera, ámbito privilegiado del diálogo de la Iglesia con la cultura, con el mundo académico y con las preguntas existenciales de estudiantes, profesores, estudiantes, personal administrativo y obrero. 

La misión de la Pastoral Universitaria es la misma misión de la Iglesia: evangelizar el mundo universitario a partir de Jesucristo, construyendo comunidad eclesial en ese ámbito, colaborando para formar profesionales que vivan la alegría del encuentro con Él y que siguiendo los valores del Evangelio y los ideales del Reino de Dios, sean promotores de un mundo justo y solidario.

El Concilio Plenario de Venezuela, a través del documento número 12 LA IGLESIA Y LA EDUCACION, plantea el desafío N° 07 y nos invita a la Renovación de la Pastoral Universitaria. Hacer presente el mensaje del Evangelio en la educación superior con una pastoral universitaria renovada, e impulsar la articulación de las instituciones católicas dedicadas a ella.

Este desafío exige unas opciones pastorales:

  • Una Pastoral Universitaria Profética: Ser profeta no es adivinar ni predecir el futuro. Ser profeta significa DENUNCIA Y ANUNCIO. Denuncia: injusticias, atropellos, falsedades, manipulaciones. Anuncia el Reino de Dios, la Palabra de Dios, la convivencia, la tolerancia, la fraternidad, solidaridad
  • Una Pastoral Universitaria Renovada: es decir una presencia evangelizadora y pastoral en la Universidad: para ello se requiere atención personalizada de la comunidad universitaria, encuentros de formación cristiana y cursos de cultura religiosa. Implica también, dejar de ver la pastoral universitaria como una vía de sacralización del campus universitario, pues la pastoral universitaria va mucho más allá de una celebración eucarística, o celebración de alguno de los otros sacramentos. Como es dicho, es una acción evangelizadora y, como tal, organizada y planificada.
  • Una Pastoral Universitaria en Salida: La Iglesia, que es comunión misionera, pone su foco ‘fuera de sí’, dispuesta a “salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio” (EG 20) buscando ‘expropiarse’, ser más para el ‘Otro’ y para los ‘otros’, porque su misión esta ‘fuera de sí’. Con esta lógica, se opta por una Pastoral Universitaria que manifieste una Iglesia en salida (cf. EG 24) o misionera, que se reconoce en una realidad virtuosamente diversa y donde la comunión de los distintos se concretiza, no en las estructuras eclesiales sino en los lugares de encuentro con Cristo y en la misión. Por lo mismo, lejos de toda uniformidad o unilateralidad la Pastoral Universitaria ha de ser el lugar de integración de los diversos miembros de la Iglesia para participar en un camino de evangelización común, poniendo sus espiritualidades al servicio de la misión.
La invitación es, entonces, a ser partícipes de la acción pastoral en las universidades y en nuestros entornos sociales, llevando a Cristo con valentía, y utilizando todos los medios que los nuevos tiempos ponen a nuestro servicio.


 

La urgente necesidad de enseñar la Visión Cristiana de la Persona Humana (Parte 1)

  P. José Andrés Bravo H . Ya son muchas y más influyentes las ideologías antihumanas las que atacan a la humanidad. Este es uno de los urge...